¡Qué tal, gente! Les cuento que un primo de Bucaramanga me insistió en que probara mines game porque según él era “la forma más loca de perder o ganar en segundos”. Y tenía razón. Me enganchó esa tensión de elegir sin saber si estás pisando una mina o no. Empecé jugando solo por curiosidad, pero me terminé divirtiendo bastante. Lo que más me gustó fue que puedes controlar cuándo cobrar, así evité perder lo ganado varias veces.